2. Cambios en las instrucciones de trabajo
En un entorno altamente flexible en el que la RPL está activa, no es de extrañar que las instrucciones de trabajo puedan cambiar con bastante rapidez. Esto se debe a que el ajuste de las instrucciones de trabajo puede originarse de tres maneras:
- La propia RPL puede decidir modificar sus instrucciones de trabajo debido a cambios en el proceso de producción, medidas de seguridad adicionales, nuevos materiales, etc.
- La decisión de fabricar una nueva variante de un producto existente o de introducir un producto totalmente nuevo puede hacer necesarias nuevas instrucciones de trabajo.
- Las exigencias de los clientes y otros parámetros pueden cambiar. En el sector farmacéutico se producen cambios con frecuencia, lo que se traduce en una gran presión para mantener actualizadas las instrucciones de trabajo.
La frecuencia de los cambios en las instrucciones de trabajo supuso un reto importante para RPL, ya que hacer un seguimiento de todos los cambios y asegurarse de que cada instrucción por separado estaba actualizada requería muchísimo tiempo. Por ejemplo, un pequeño cambio en un paso de una instrucción significaba que todas las instrucciones que utilizaban ese paso debían modificarse. En el caso de los pasos generales, esto podía llevar fácilmente a la necesidad de actualizar la documentación de las instrucciones de trabajo de más de 50 estaciones de trabajo diferentes. En el entorno dinámico en el que opera RPL, mitigar este reto era un objetivo clave para aumentar la agilidad mediante un seguimiento y actualización sencillos de los cambios en las instrucciones.
¿Cómo ayudó Azumuta a aumentar la flexibilidad de las instrucciones de trabajo?
En Azumuta, nos esforzamos por estructurar las instrucciones de trabajo de la forma más eficaz posible. La funcionalidad de variantes, entre otras, nos permite ofrecer un nivel excepcional de flexibilidad en términos de adaptación de las instrucciones de trabajo. Por ejemplo, los cambios en los pasos generales que se utilizan en varias variaciones de productos ahora sólo tienen que modificarse en una ubicación, mientras que en el pasado un pequeño cambio podía conllevar la necesidad de ajustar varias instrucciones de trabajo. Con Azumuta, los cambios a corto plazo pueden realizarse ahora de forma rápida y digital, y estar disponibles para los operarios inmediatamente. Esta forma ágil de trabajar permite a RPL adaptarse muy rápidamente a los cambios sin dejar de mantener un nivel de calidad excepcional, lo que se traduce en una ventaja competitiva.
3. Distribución de instrucciones de trabajo
Además de la gestión de las instrucciones de trabajo, la distribución de estas instrucciones al taller también representaba un aspecto importante que costaba mucho tiempo a los jefes de producción. Antes de Azumuta, RPL disponía de un sistema eficaz para esta distribución, pero aun así, los jefes de producción consideraban que se tardaba mucho tiempo en hacer llegar la instrucción de trabajo correcta al lugar y al operario adecuados. Además, como ya se ha mencionado, estas instrucciones no siempre eran específicas, ya que no era posible proporcionar instrucciones de trabajo totalmente personalizadas para cada variación de producto.
¿Cómo ayudó Azumuta?
En Azumuta, creemos que la distribución de instrucciones de trabajo al taller debe estar completamente automatizada. Sin ningún paso manual, podemos enviar la instrucción de trabajo correcta, completamente configurada para el pedido específico, al operario adecuado en la estación de trabajo correspondiente. Esta disminución de la complejidad para el operario se traduce en menos errores y, a la larga, en un aumento de la productividad.
En conclusión, la introducción de Azumuta ha mejorado significativamente el proceso de gestión de las instrucciones de trabajo para RPL en varios aspectos. En primer lugar, la funcionalidad de variantes ha permitido gestionar eficazmente una enorme cantidad de variaciones de productos, al tiempo que ha sido más precisa en cuanto al contenido que el operario ve en el taller. En segundo lugar, la forma ágil de trabajar ha aumentado la flexibilidad para adaptarse a los cambios, lo que se traduce en una ventaja competitiva. Por último, la distribución de instrucciones de trabajo se ha automatizado por completo, lo que se traduce en una disminución de la complejidad para el operario, menos errores y un aumento de la productividad.